miércoles, 19 de diciembre de 2012

Contrato de credito y prestamo

                   Contrato de credito y prestamo

Contrato de préstamo
El contrato de préstamo, es un tipo de contrato en el cual las principales partes involucradas son el prestamista y el prestatario, siendo que es éste último quién solicita un monto de dinero al prestamista. Las partes, en el contrato de préstamo, pueden estar conformadas por personas físicas, compañías o gobiernos. En éste tipo de contrato, en concordancia con sus partes.


 Contrato de crédito
El “contrato de crédito” o “contrato de crédito en cuenta corriente” se utiliza como soporte a una cuenta corriente. Así, este tipo de contrato se convierte en un medio para solventar la falta de liquidez en un momento dado. El crédito se hace a través de una cuenta corriente, con un límite de fondos según lo pactado. El cliente que acceda a un crédito, puede o no gastar la cantidad de dinero que está a su disposición, y sí lo hace debe pagar los intereses sobre las todas sumas gastadas. Una característica a favor, es que las cantidades de dinero no gastadas no devengan intereses. El crédito a cuenta corriente resulta de esta manera, más flexible que el préstamo. En el contrato de crédito hay múltiples formas de obtener el dinero.


 

Transferencia

                              Transferencia

La transferencia es un concepto complejo del psicoanálisis que designa tres aspectos muy relacionados pero diferenciables:
  1. La función psíquica mediante la cual un sujeto transfiere inconscientemente y revive, en sus vínculos nuevos, sus antiguos sentimientos, afectos, expectativas o deseos infantiles reprimidos.
  2. Específicamente, la herramienta fundamental con la que cuenta el analista (S. Freud, 1915), condición necesaria, para poder conducir el tratamiento.
  3. La neurosis de transferencia, descrita por Freud como momento princeps del tratamiento, en la que todos los elementos de la neurosis son actuados en presencia del analista.
Se trata de afectos que habrán estado orientados originalmente hacia los padres, los hermanos u otras personas significativas en la infancia y que en la vida adulta mantienen su presencia y su efectividad psíquica, de modo que es posible transferirlos a escenarios actuales. Freud señala que este fenómeno ocurre de manera completamente espontánea en las relaciones entre seres humanos, pero cobran una relevancia especial en la relación terapéutica, convirtiéndose en su instrumento principal, para el cambio psíquico del analizante. Freud registró que sólo mediante la experiencia transferencial, en la actualidad del tratamiento, pueden ser vencidas las resistencias psíquicas del analizante, de manera de lograr que aquello reprimido o inconsciente, sea aceptado por el paciente, produciendo un cambio permanente en ese punto y su trama. En la técnica de tratamiento psicoanalítico la relación entre el psicoanalista y el analizado, por las particularidades del encuadre analítico, la transferencia y el análisis de la forma específica en que se presenta, ocupa, entonces, un lugar central para la cura. J. Laplanche y J. B. Pontalis lo definen así:
(...) el proceso en virtud del cual los deseos inconscientes se actualizan sobre ciertos objetos, dentro de un determinado tipo de relación establecida con ellos y, de un modo especial, dentro de la relación analítica. Se trata de una repetición de prototipos infantiles, vivida con un marcado sentimiento de actualidad. Casi siempre, lo que los psicoanalistas denominan transferencia, sin otro calificativo, es la transferencia en la cura. La transferencia se reconoce clásicamente como el terreno en el que se desarrolla la problemática de una cura psicoanalítica, caracterizándose ésta por la instauración, modalidades, interpretación y resolución de la transferencia.